lunes, 10 de enero de 2011

Problemas dentales

El principal problema que sufre la dentadura es la Caries que consiste en la erosión del esmalte que es la capa más externa y dura de la dentadura. A través de esta picadura se introducen infinidad de microbios que realizan una labor destructora de la pieza dental pudiendo llegar hasta la raíz e invadir la mandíbula.
El dolor, que es la principal manifestación de la enfermedad, suele presentarse cuando la caries se encuentra avanzada y puede llegar a ser insoportable.
Independientemente del dolor se presentan otros problemas, ya que los orificios de la picadura constituyen lugares propicios para la acumulación de restos alimenticios que al descomponerse producen una felides o mal aliento. Además los microbios alojados en la caries, al ser arrastrados juntamente con los alimentos o la
saliva, llegan al estomágo, cuasando trastornos gástricos e intestinales, o pasar a la corriente sanguínea y originar o agravar otras enfermedades como reumatismo, amigdalitis, infección en los riñones e inclusive enfermedades en el corazón.



Recomendaciones
Tanto la caries como los demás problemas dentales afligen especialmente a quienes llevan una vida antinatural y hacen un consumo frecuente de alimentos altamente refinados como el azúcar blanca, dulces y golosinas, chocolates y pastelería en general, y que por lo tanto estos transtornos pueden ser prevenidos mediante una
alimentación sana, rica en calcio, fósforo, así como en vitaminas C y D, sobre todo con los baños de sol y el consumo de abundantes manzanas, masticadas con su cáscara.
Es necesario practicar en forma diaria una cuidadosa limpieza de la boca y los dientes. A este respecto conviene instruir a los niños desde muy corta edad (a partir de los 3 años por ejemplo) en el manejo del cepillo a fin de que lo hagan en forma natural y rutinaria, primero al levantarse de la cama, después de cada comida y por la noche antes de acostarse, siendo este último el más importante.
Para evitar las caries y otros problemas de los dientes y las encías, cepíllelos por lo menos tres veces al día empleando para ello, un poquito de sal o de bicarbonato de sodio. Mueva el cepillo de arriba hacia abajo, por delante y por detrás de la dentadura.